Una de las cosas que no me arrepiento para nada en mi boda es casarme de tarde.
Tenía claro que el día de mi boda no quería madrugar por estar con la peluquera, para madrugar tengo el resto del año para ir al trabajo.
Así que estoy muy satisfecha de poder despertarme tranquilamente sobre las 8 am, desayunar tranquilamente, en mi casa durmió mi mejor amiga y mientras que ella se acababa de preparar estaba tan tranquila, bailando con mis gatos, disfrutando de cada momento con calma.
A las 11h ya estábamos en la finca, incluso podría haber estado antes si quisiera pero no hizo falta. Pude ver la finca con toda calma, sacar fotos y videos de todo. Por mi parte tenía que colocar el estand de bienvenida, el seiting pland (cochas en una estantería), las tarjetas de agradecimiento y los rascas en el banquete, la piscina con patitos y la decoración de la ceremonia.
Si no fuera porque llovió por la mañana y el organizador de la finca retrasó una hora el montaje de la ceremonia, hubiera dejado todo listo antes de que llegara la peluquera a prepararme. Pero... no pudo ser así y fueron mis damas de honor quien puso el rincón de los que no están y lo necesario para el ritual de la plantación y los pomperos de jabón.
Disfruté de todos los preparativos de mi boda, pude estar tranquilamente con la peluquera y no se me hizo el día super corto.
Mi boda acabó a las 5 de la mañana porque yo quise, podría haberlo alargado una hora más pero quedamos unas 5 personas y dos borrachos (De eso que llevan pila duracell) y yo quería tener mi último baile de boda con mi señor marido (Algo que recomiendo muy mucho).
Así que no, no por casarte de tarde vas a vivir menos tu boda, la puedes vivir igual, en mi caso mucho mejor, que si me casara al as 12 o 13h.