Desde hace ya muchos años tener cortador de jamón parece un imprescindible. Cada boda es un mundo y las prioridades cambian según la pareja. ¡Y eso es lo maravilloso de las bodas!
Hay parejas que deciden no poner porque prefieren poner el jamón de otra forma, porque no les gusta el jamón, porque se trate de una boda veg(etari)ana o porque lo invierten en otra cosa.
En mi boda sí que tuvimos cortador de jamón y, la verdad, fue un éxito:
¿Y vosotr@s? ¿Tendréis cortador de jamón en vuestra boda o lo sustituiréis por otra cosa? ¿Habrá algún puesto más? ¡Compartidlo en los comentarios!