Nos quedamos a dormir allí la noche anterior y al día siguiente como la novia necesitaba más tiempo para prepararse fue el novio solo el que se encargó de poner cada detalle en su lugar (adorno de bienvenida, banner, carteles, regalitos...) por lo que aconsejamos que la persona que menos tarde en prepararse tenga todo claro porque aún teniéndolo puede ser caótico teniendo en cuenta el estrés del momento.
Tuvimos una ceremonia muy emotiva, nos la ofició un amigo que lo hizo de 10, también nos hicieron dos discursos preciosos, el novio hizo sus votos con una canción, su padre también nos cantó y tocó la guitarra... Nosotros estábamos muy nerviosos pero ahora cada vez que veo los vídeos se me salen las lagrimillas de nuevo.
Después el cóctel, el banquete y fiesta fueron genial. No pudimos cumplir los horarios previstos a rajatabla ya que nos alargamos un poquito en el cóctel y después en la comida además de las sorpresillas que teníamos preparadas nosotros, también nos habían preparado otras nuestr@s invitad@s. La gente tenía muchas ganas nos lo demostraron en todo momento y con pruebas gráficas en el fotomatón, que fue un acierto total por cierto.
Teníamos mucho miedo a que se aburrieran por estar tanto tiempo sentados, con la mascarilla puesta etc. pero no ocurrió así porque podíamos estar de pie y bailando alrededor de las mesas, l@s invitad@s no necesitaron más para darlo todo y además disfrutaron de la barra libre, las fotos y videomensajes del fotomatón.
Quizás no fue todo tal cual lo teníamos previsto allá por 2019 pero fue nuestro día de principio a fin, nos sentimos muy arropados y lo repetiríamos una y mil veces. Es cierto que llegué a pensar que la incertidumbre no nos dejaría disfrutar pero luego todo se compensa, la felicidad que sentimos ese día y todos los momentos en los que lo recordamos no tiene precio. Y al final vamos a tener que dar las gracias a la pandemia por habernos hecho valorarlo más aun...
https://www.bodas.net/cronicas-boda/aitor-itxaso--rw74608