Hola! Os cuento:
Este domingo próximo una amiga nuestra se casaba, hace un mes cambió la fecha y desde junio o así estaba fatal, siempre recibiendo comentarios negativos de todo el mundo, llamándolos temerarios,etc. Es cierto que ellos iban adelante con todos los invitados (250), barra libre… hasta que hubo limitación de hora y decidieron aplazar. Pues bien, ayer se me ocurrió regalarle un ramo y enviárselo a casa, para que llegue un día o dos antes de su fecha de boda original.
¿Creeis que las novias somos muy pesadas con el tema boda? Una amiga en común dice que ve una chorrada este detalle (verás, 4,5€ por persona), que hay cosas más importantes en la vida, como una muerte o un ascenso y nunca regalamos nada… es verdad que somos un grupo cada vez más heterogéneo y hay como subgrupos internos de amigas más íntimas. Esta chica en general está en contra de despedidas, baby-showers y todo lo que suponga unirse para algo “no esencial”, porque dice que son los únicos momentos en los que nos unimos (bueno y si muere el abuelo de alguna, pues también vamos todas en piña). En el día a día pues todas tenemos nuestras “preferidas” a las que contarle nuestras cosas. A mí me regalaron un ramo otras amigas, de la universidad, en la que era mi fecha de boda original y me gustó tanto que automáticamente pensé de hacérselo a alguien. Desde que pensé en regalar el ramo dejé claro: quien no quiera, que no participe. La cosa es que esta chica va a participar, pero llevamos varios días de debates y mi ilusión por los suelos, yo soy mucho de organizar, regalar, planificar… ¿tan absurdo lo veis?
Esta amiga nuestra dice que solo dio su opinión, que somos todas las que nos casamos muy monotema, que no estamos dejando de casarnos por el virus, que lo haremos antes o después… y que ella es más partidaria de detalles más sencillos que salgan del corazón. Yo siempre digo que para que alguien tenga empatía solo necesita que le ocurra a ella también y verás cómo lo vive. Aparte, ese año, salvo hablar en el grupo de la despedida de esta amiga nuestra (despedida aplaza también por supuesto), creo que llevo bastante sin hablar de bodas, pero aún menos ganas me quedan para el futuro, y menos de la mía, cuya ilusión ya anda por los suelos de por sí.
¿Sois de la opinión que mientras más "Juan Palomo" sea una persona y menos cuente con los demás para todo menos decepciones se llevará? ¿O tiene la suerte de tener pandillas en las que todas las propuestas son bien recibidas y con ilusión?