Buenas tardes comunidad!!
Llevo tiempo dándole vueltas a una cosa y no sé si me equivocaré, me decepcionaré o simplemente romperé los moldes de una boda típica convencional. Os pongo en situación.
Me casaba en mayo de 2021 por la Iglesia y luego lo celebro en un restaurante típico de celebraciones; fotógrafo, videógrafo, flores en la ceremonia, coche antiguo, banquete, barra libre... lo que viene siendo una boda normal. Durante el confinamiento organizamos y montamos toda la boda, reservamos a los proveedores pero en junio y viendo la situación decidimos aplazarla hasta mayo de 2022. Ahora a vistas de un año estamos pensando en darle un cambio radical a la boda. Nunca he estado a favor de pagar una media de 80-100€ por un cubierto cuando de normal yo jamás hago gasto de ese dinero para comer (barra libre aparte), y lo que estamos barajando es la posibilidad de casarnos e irnos a comer con la familia y amigos a un restaurante ''no boda'' y destinar el dinero de la boda para seguir ahorrando para la entrada de una casa y poder hacer el viaje que siempre hemos soñado y alguno más, al fin y al cabo el covid nos ha quitado muchos viajes y nos ha enseñado lo realmente valioso, que es estar con nuestras familias y amigos en nuestro día más importante de nuestro vida sin ser tan materialistas.
Ahora la cuestión está en;
1º. Casarnos por lo civil un viernes e irnos a comer con la familia y el sábado reunir a los amigos para comer e irnos de copas ó
2º. Casarnos por la Iglesia un sábado y juntar a todos nuestros invitado... ¿Donde? un restaurante normal no tiene aforo para tanta gente.
Estoy en un gran dilema, pero lo que tengo claro es que me niego a gastar 100€ por persona para comer.
Feliz sábado!!!