Soy consciente de que una boda es estrés, mucha planificación, muchos detalles y que explotar por todas las emociones y la carga de trabajo es algo que muchas veces no se puede evitar.
En mi caso, he estado haciendo yoga y meditación, intentando hacer cada tarea por partes, con calma y relajación... sin embargo cuando estábamos decidiendo el menú comencé a llorar, literalmente por unos palitos de queso. Sí, unos palitos de queso.
Decidiendo los aperitivos que irían en la mesa, mi prometido y yo elaboramos la típica lista con las opciones en las cuales había mucho marisco, lo habitual, entre otras cosas como palitos de queso, había que eliminar algunos entrantes porque eran demasiados, así que mi prometido decidió quitar los palitos de queso.
Pequeña aclaración, yo soy alérgica al pescado y al marisco, por lo que tenía una explicación razonable y coherente para no quitar el único entrante que yo podía comer, pero en lugar de eso mi cerebro colapsó y decidió llorar como si se acabara el mundo y a gritar cual rabieta de niña pequeña.
Mi prometido, atónito intentó razonar conmigo pero yo solo lloraba.
Cuando se me pasó me sentí muy tonta pero bueno ya había pasado la primera crisis pre-boda.
¿Cuáles son las vuestras? o ¿Qué hacéis para evitarlas?