¡Hola chicas preciosas! Pues así estamos. Yo no paro de llorar.
Mi madre es una persona que realmente, SIEMPRE tiene que ser la protagonista, es una necesidad propia que no sabemos de dónde sale, pero es capaz de montar el pollo en cualquier ocasión o hacer estridencias tales como esta para que la gente se fije en ella.
Me ha acompañado a elegir mi vestido, a las pruebas del mismo, etc. Ella sabe perfectamente el corte, tela, pedrería, escote, todo de mi vestido. Se compró el suyo, completamente diferente, hace un mes.
De repente, el pasado sábado, tras ir conmigo y con mi suegra a la última prueba de nuestros vestidos en Pronovias, dijo que los nuestros eran de mejor calidad y que el suyo no le convencía. La animé a cambiarlo y buscar otro con el que se encontrase a gusto y que le gustase.
Para elegir el primero que se compró quiso que yo fuese con ella, para comprar este segundo y cambiar el anterior, no quiso que le acompañase, solamente fue con mi padre, quien no había visto mi vestido. Ayer, por fin, mandó foto del vestido, ya que fue a recogerlo, tras arreglarle el bajo y ponerlo a su medida (supuestamente es que en la tienda no dejaban hacer fotos los dias anteriores, pero ayer por lo visto si).
Tiene el mismo escote que el mío, es corte princesa y de tul como el mío, tiene los mismos apliques de pedrería que el mío en las mismas zonas y haciendo el mismo patrón de enredadera. La única diferencia es que el mío es blanco, y el suyo gris, y que el mío tiene más capas de tul y es más voluminoso.
La calidad de la pedrería también es diferente, pero el patrón es exactamente el mismo. Para corroborar lo que estaban viendo mis ojos y no podían creer, mandé foto a mi suegra, que conoce mi vestido, y a unas cuantas amigas, las cuales, se quedaron completamente atónitas al verlo. Yo no podía parar de llorar y la llamé para preguntarle, con la cantidad de cortes, telas, materiales, escotes y detalles que hay en vestidos de fiesta, y teniendo en cuenta que ella su idea era en todo momento un vestido corte sirena, de tirantes etc, y no de princesa y tul como el mío, por qué había elegido ese, bajo tanto secretismo, que se parecía tanto al mío.
Su respuesta fue decirme con muy malas palabras que la tenía harta y que me fuera a...en fin...ya sabéis, y que no iba a venir a la boda. Hablé con mi padre y hermana, y ambos, me dijeron que era una exagerada y que el vestido de mi madre era precioso y que no tenía nada que ver con el mío. Ellos siempre la siguen la corriente, porque saben que en el momento en el que le pones un límite, monta unos episodios de miedo, y continuamente quitan hierro a sus comportamientos, pero os juro que jamás pensé que mi madre pudiera boicotearme de esta manera el día de mi boda...
Os dejo únicamente un pequeño detalle de ambos, para que veáis hasta qué punto pasa: