Hola mundo!
Ya va quedando menos para la boda y los nervios se van notando. Sobretodo, la tensión y el no saber de cómo avanza todo esto... 🙄 Pero vamos con mucha ilusión.
Os pongo en tesitura, el otro día estuvimos en el restaurante donde nos explicaron las medidas que se iban a tomar, el uso de mascarilla y demás... lógicamente pista de baile a día de hoy no hay. Habrá música y como reservados para pequeños grupos (es decir que se junte a poder ser convivientes y con la gente de tu mesa)
Hasta aquí bien, nosotros nos estamos preocupando de acatar todas las normas para no correr riesgos y que todos disfrutemos. Hemos puesto muchisima ilusión y nos estamos intentando amoldar.
Pues, ese día, típica videollamada con la toda la familia y me preguntaron por la boda, que tenían ganas de bailar la conga y todo eso 😯🙄 lo corte rápido. Y dije claramente que no iba haber baile como tal. Que no se podían bailar bailes grupales (paquito chocolatero y esas cosas) y que había que respetar las medidas. Para nuestra sorpresa, respuesta de dos personas "pues vaya m**** de fiesta/boda" "Y por qué no la cambias de año, para eso no voy" Mi respuesta fue, "pues no vengáis".
Espero que pensarán eso en serio, que estuvieran bromeando y soltaran lo primero que le salió por la boca. Pero claro, imaginaros, después de tantos meses, de pensar en los invitados, en amoldar todo, en el estrés que por si genera una boda y más en esta situación que vengan y que te digan que por no bailar en una pista de baile va a ser una m****... Mi boda no es solo una pista de baile😔 Hay mil detalles que hemos tenido en cuenta, hemos preparado rasca y gana con premios especiales, los detallitos, un fotomaton del cual se podrán llevar una copia de las fotos que se hagan de recuerdo, habrá coctel, barra libre, música, recena... En fin, todo, menos pista de baila abierta. Me senti fatal. Como si todo lo que hubiéramos preparado a la gente le diese igual...
Perdonad el tocho, quería desahogarme,y es que como dice el título, ya estoy cansada de esas "bromas" o palabras que sueltan los invitados sin pararse a pensar en los demás.