Hola futur@s novi@s! Ya han pasado semanas de mi boda y después del ajetreo navideño por fin puedo escribir lo que me hubiera gustado que me contaran antes de casarme. Es un poco tocho, porque quiero explicarlo bien, pero espero que os sirva! 😊
- La lluvia: es el gran tema de preocupación para muchos, pero realmente es lo que menos podemos controlar, así que no vale la pena amargarse por ello. Lo más importante es que estemos seguros de lo que SI podemos controlar nosotros: el plan B! Me parece fundamental cuando escojais la finca o restaurante que el espacio para el plan B os guste tanto (o casi tanto) como el plan original, ya que así os asegurais tranquilidad y evitareis sentir lástima o arrepentimiento después de la boda. A nosotros nos amaneció un día estupendo y a pesar de ser diciembre, la gente estaba esperando en la entrada de la iglesia sin chaqueta de lo que apretaba el sol. Pues mientras estábamos en la iglesia llovió durante 30 minutos, nos enganchó justo en la salida y antes de que llegáramos a la finca ya había vuelto a salir el sol. Sin embargo el rato de lluvia obligó a desmontar el aperitivo del jardín y prepararlo en la sala interior (plan B) para que estuviera listo cuando los invitados llegaran. Podría haber sido un chasco, pero estábamos tan encantados con la otra sala que no nos importó.
- Los nervios: yo nunca me tomo nada para dormir ni relajarme, no tengo problema aunque tenga un examen o algo importante. Error. Tened siempre algo preparado. La noche antes de la boda me desperté a las 3.30 de la madrugada (me había acostado a media noche) y ya no logré dormir ni un minuto más. No tenía ni valeriana, tila ni nada similar en casa y eché en falta una ayuda de ese tipo, porque al día siguiente además del cansancio llevaba una mala leche por falta de sueño que me pasé la mañana gritando a todo el mundo y no disfruté absolutamente nada hasta llegar a la iglesia.
- Las damas de honor: es super importante elegir bien las personas que deben ser vuestra sombra el día de la boda. Yo no quise tener damas porque no quería obligar a nadie a ir vestido de una determinada forma y porque en la organización entre mi marido y yo nos encargamos de todo sin tener que depender de nadie. Cometí el error de confiar en que mi hermana y mi madre ya serían ese soporte necesario durante el día de la boda para ayudarme a colocar el velo o el vestido (eran 8 capas de tul que se tenían que ir bajando y estirando cada vez que me sentaba). Ellas brillaron por su ausencia a pesar de haberles pedido específicamente que estuvieran pendientes, para que os hagáis una idea las únicas fotos que tengo con mi hermana son en la peluquería porque durante la boda ni la vi. Resultado: el velo se me caía y nadie me ayudó a colocarlo bien, así que solo pude llevarlo cinco minutos y al salir de la iglesia ya tuve que guardarlo (y fue carísimo); me metí un lechazo subiendo las escaleras del restaurante porque el can can no estaba bien estirado y pisé el tul de la falda; tuvo que acompañarme al baño dos veces la responsable de la finca (suerte de su ayuda!) porque ellas nunca estaban cuando las necesité. Tampoco pude comer nada durante el aperitivo porque nadie se preocupó de ello, solo querían sacarse fotos todo el rato. Comparándolo con la boda de una amiga que se casó este verano donde siempre tenía alguna dama pendiente de su cola, de que tuviera comida y bebida o de ayudarla en todo momento, me dí cuenta de que la confianza da asco y que hubiera sido mejor designar específicamente el rol de dama a alguna amiga que seguramente se lo habría tomado con más responsabilidad. Es sin duda de lo que más me arrepiento de toda la organización, ya que durante el día de la boda me sentí muy sola en algunos momentos.
- La comodidad: está claro que todas queremos vernos lo más guapas posible y que hay vestidos y zapatos de escándalo que nos roban el corazón... Pero tenemos que ser conscientes de que estaremos mínimo 12 horas cargando con ese outfit.Yo me quedo con dos conclusiones: 1. Si el vestido es largo hasta el suelo, los zapatos NO se ven. Eso significa por un lado priorizar comodidad a estética, y luego no volverse loca con el presupuesto porque no los vas a lucir. Yo llevé un tacón grueso no muy alto (8 cm) que era bastante cómodo, aun así me cambié a medio banquete y me puse unas zapatillas que me permitieron ir mucho más segura para dar vueltas por las mesas y bailar luego en la disco. Si no llego a enseñarlas, nadie se da cuenta del cambio. 2. Los vestidos con cola y varias capas de falda pesan, aunque sea ligero en un inicio al cabo de las horas notarás el cansancio de ir arrastrando, sujetando y colocándolo todo el rato. Sed racionales en vuestra elección y si vais a llevar el mismo vestido todo el día mejor no fliparse. Mi vestido fue un princesa que no tenía apenas dos metros de cola, pues al final de la noche me parecían el doble. Acabé agotada de cargar con él y no podía estar más feliz de haber elegido ese modelo ligero en lugar de un Demetrios mucho más pomposo que en la tienda me había robado el corazón.
- Las instrucciones: todos tenemos una idea de lo que queremos en nuestra cabeza en cuestión de decoración, desarrollo de la celebración, música y ambiente... Entre lo que pensamos, como lo explicamos y lo que entienden los proveedores puede haber un mundo, por eso a nosotros nos ayudó mucho a que todo saliera como queríamos elaborar unas guías de procedimiento extremadamente detalladas para cada parte implicada en la organización y montaje (dj, jefe de sala, responsable de la finca, encargado de montar la decoración...) de hecho lo único que no nos gustó durante el día fue como se gestionaron las situaciones no previstas en la guía (fallo nuestro no haber hecho una guía para el plan B en caso de lluvia). Así que si queréis controlar más o menos vuestro día y que los invitados perciban lo que realmente queréis transmitir, esta es una buena herramienta para conseguirlo.
- Opiniones externas: a la m**** el "qué dirán". La gente siempre se queja sin saber, hagas una cosa o lo contrario, por eso haced lo que realmente sintáis y queráis. Si una vez en la boda los invitados ven que lo que estáis haciendo, el momento y el lugar de la boda os definen como pareja, encontrarán el sentido, se calmarán y acabarán encantados. En nuestro caso hemos convertido a fans tozudos del verano en entusiastas del romanticismo de las bodas invernales.
En fin, creo que esto es lo más importante. Ya iré abriendo nuevos debates con los detalles de nuestra boda invernal para daros ideas.
Feliz día! 💞💞
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