¡Hola parejitas! 💕
Hoy queremos compartir con vosotros una de las anécdotas más originales y locas de nuestra boda. Como sabéis, cada pareja busca que su día sea especial, único y sobre todo… ¡que tenga su esencia! Pues bien, la nuestra tenía una temática de festival de música 🎶, así que intentamos cuidar cada detalle para que todos los invitados vivieran esa vibra festivalera.
Pero había un pequeño (gran) problema… ¡la tarta!
Mi marido es alérgico a los frutos secos y diabético, teníamos invitados veganos, celíacos, intolerantes a la lactosa… vamos, que una tarta tradicional no era una opción realista. 🤯
Y aquí vino la idea maestra 💡:
Mi marido, que lleva más de 15 años en el mundo de las bodas y la organización de eventos, me propuso hacer algo totalmente diferente… ¡una tarta piñata! 🪅
Contactamos con un chico cerca de Barcelona que las hace personalizadas y creamos una tarta de casi metro y medio, decorada como si fuera una tarta normal de boda. Impresionaba de lejos, ¡era gigante!
Cuando llegó el momento, los camareros entraron con ella como si nada, pero al llegar a la carpa… ¡la colgamos del techo! Empezó a sonar música, nos pusimos nuestras gafas de sol y nos liamos a romperla con un palo al más puro estilo festivalero. La cara de nuestros invitados fue un poema 😲
¿Qué había dentro?
Pulseras luminosas, confeti, mini botellas de alcohol, juguetes para niños (y algún juguete para adultos también, jeje). La gente se lanzó como si fueran las rebajas del Black Friday. ¡Fue un momentazo!
Después, servimos cinco mini postres distintos adaptados a cada tipo de intolerancia o preferencia alimentaria, para que absolutamente todo el mundo pudiera disfrutar de su dulce final 🍰✨
Sin duda, fue uno de los momentos más divertidos y comentados de la boda. ¡Os animamos a romper con lo clásico y apostar por ideas diferentes!