Buenos días parejitas!
Hoy quiero traeros un debate que nos trae por el camino de la amargura... (exagerando un poquito!) Cortar tarta de boda, sí o no.
Ya desde hace tiempo el postre de los banquetes suele ser individual y no tiene nada que ver con la tarta que cortan los novios. Es cierto que antes era un momento muy especial que todo el mundo esperaba, yo me acuerdo de ese momento en mi comunión y la vergüenza que me dio... jajaja. Pero ahora cada vez se ve menos.
Como curiosidad os cuento cómo fue este momento en la boda de mis padres. Apagaron las luces en el restaurante y aparecieron varios camareros llevando una tarta enorme de muchos pisos, con bengalas, colores dorados... Vamos de todo menos discreto!! Lógicamente NUNCA haría algo así en mi boda pero eran otros tiempos.
¿Sabéis que la tradición viene de tiempos medievales? Al principio estaban hechos a base de harina, uno de los símbolos de fertilidad y prosperidad, además durante la ceremonia el novio comía una parte de este pastel y después rompía lo que quedaba encima de la novia. Me hace eso a mí ahora y pido el divorcio in situ! Este ritual simbolizaba fertilidad, fortuna y bendición. Con el paso de los años poco a poco fue desapareciendo esta tradición hasta llegar a los tiempos actuales y pasando a representar la primera labor que los novios han de hacer conjuntamente y simboliza la abundancia que se espera para el nuevo matrimonio.
¿Vosotros qué vais a hacer? ¿Vais a cortar tarta o vais a eliminar este momento de vuestra boda?