Nadie lo sabe. Sólo él. Solo yo. Voy por la calle sonriendo. Camino en línea recta por la calle y visualizo el pasillo por el que andaré velada. Es como si ya lo hubiera vivido antes.
Sentimos que aun queda mucho. Queremos disfrutar de este proceso juntos. Los dos, en silencio.
El día más bonito de mi vida no será nuestra boda, de eso estoy segura. Pero estos meses los recordaré siempre por la emoción que sentimos al saber que ya está pasando.
Me siento afortunada.