Hola, somos Cristina y Héctor de Gijón-Asturias.
Nos casábamos el 2 de Mayo de 2020 y somos una pareja más, de las miles que se han visto afectadas por el Covid.
Nuestra intención es que con este post, tengáis información y referencias de proveedores que se han portado y adaptado a la situación facilitando las cosas a los novios, y los que no.
Primero de todo quiero agradecer por su amabilidad a:
- Claudio de la Quinta del Ynfanzon
- Aida Carballo y Alba De la Torre
- 3Event
- Dither pro
- Pando Floristas
- Rosa Clará
Volveremos con más fuerza que nunca en 2022 🤞🏽🙏🏽💪🏼🧘🏽♀️
Son tiempos difíciles para todos, lo sé, y todos hemos de arrimar el hombro pero por desgracia, siempre hay alguien que se aprovecha y saca tajada a costa de sus clientes.
Este es el caso del fotógrafo que habíamos contratado para nuestra boda, David Fernández.
La cosa fue que, al decretarse el estado de alarma el 14 de marzo y siendo realistas desde el primer momento de que el 2 de mayo no iban a mejorar las cosas como para celebrar la boda, nos pusimos en contacto con todos los proveedores para posponerla para otra fecha dentro de 2020.
En marzo pensábamos que 6 meses iban a ser suficiente para que la cosa se estabilizara (bendita ignorancia) y apostamos por emplazar a todos los proveedores e invitados para el 18 de septiembre.
Todos aceptaron la nueva fecha sin poner ningún impedimento.
( Eso si, los billetes de avión de la luna de miel, seguimos peleándolos porque de momento ninguna compañía nos ha devuelto el dinero. 4000€. )
Acaba el estado de alarma y llega la nueva normalidad en Julio.
Habíamos pedido confirmación a los invitados en agosto pero sabíamos que la cosa pintaba mal.
Nosotros mismos éramos los primeros que no queríamos poner a nadie en el compromiso de tener que asistir si no se sentían del todo seguros, y encima, las restricciones y limitaciones del Principado para ese tipo de eventos/reuniones, convertían nuestra boda en algo que no era para nada lo soñado y deseado. (Limitación de aforos, de horario, mascarillas, no baile, no besos ni abrazos..😔)
Llegó agosto y muy a nuestro pesar, el 70% de los invitados (familia) nos cancela la asistencia por miedo y porque las recomendaciones de Sanidad dejaban claro que no era el momento para celebrar la boda.
Más los problemas con las fronteras internacionales existentes (restricciones de vuelos,cuarentenas) que complicaban la asistencia de mi hermano y otros amigos desde el extranjero.
Sabemos que legalmente, no es motivo de peso para volver a posponer la boda, pero moralmente si lo era, en nuestra humilde opinión.
No creo que tener que casarte sin tu familia o no querer poner en riesgo a tus abuelos/padres/hermanos/tíos/sobrinos/primos/amigos, no sea suficiente motivo como para rogar a los proveedores que nos permitiesen posponer la boda de nuevo.
De hecho, decidimos esperar dos años y no tentar a la suerte, porque al fin y al cabo, es la Salud y la vida de la gente la que se pone en riesgo.
En resumidas cuentas, volvimos a hablar con todos los proveedores para que nos diesen otra fecha en 2022 y se quedarán mientras tanto con las fianzas ya entregadas a modo de reserva.
Pues bien, TODOS salvo David Fernández, ENTENDIERON LA SITUACIÓN y aceptaron.
Incluso Aida Carballo y Alba De la Torre (maquilladora y peluquera) decidieron devolvernos la fianza sin pedírsela, pero David Fernández no solo fue cero empático, sino que después de haber sido el más cercano y buen rollista de todos, agarrándose a un párrafo legal, nos dijo por email que teníamos un contrato con una fecha y que no había restricciones legales que impidiesen celebrar bodas, por lo que si queríamos otra fecha, tendríamos que volver a contratarla, perdiendo así, la fianza entregada.
El argumenta que otros novios quisieron la fecha del 18 de septiembre y que al tenerla reservada nosotros, sufría una gran pérdida. Y que además él tenía bodas todos los fines de semana con total normalidad (cosa que ninguno de mis otros proveedores ha podido decir), así que él entendía que era al no haber causa justificada, en lugar de darnos otra fecha en 2022, lo más justo era quedarse la fianza de 1560€ sobre un coste total de 1950€.
A mi personalmente me rompió el corazón porque ya tenía bastante encima como para que él, al que había cogido hasta cariño, me tratase así...me sentí engañada.
Ni siquiera se planteó la opción de devolvernos parte de lo entregado y quedarse con una cantidad más razonable a modo de fianza.
La ley es la ley y así nos trató él, como a un contrato.
A día de hoy, Noviembre y viendo cómo vuelven a estar las cosas en España, me pregunto si aún seguirá pensando que no había motivo ninguno para posponer la boda de septiembre.
En fin...
solo queríamos explicarlo como dato informativo para todos aquellos novios que vayan a casarse y ayudar con nuestra experiencia.
Un abrazo a todos, y mucho ánimo!
Cris y Hector.