Pues sí... Nuestro día llegó... Lloviendo a cántaros, y mil y un inconvenientes de fondo, pero no nos importó.
Ceremonia civil en familia (¡exprés, en total 13 minutos incluyendo lecturas!) y comida después. Todo muy íntimo (7 adultos y un bebé en total contándonos a nosotros).
Todavía me cuesta creer que ya somos "marido y mujer", después de tanto aplazamiento y tanta pesadilla, pero nuestras alianzas y nuestras sonrisas me recuerdan que "el que la sigue, la consigue" y que la paciencia ha dado sus frutos (¡y qué dulces!).
Ahora, a esperar a la gran fiesta en junio, que será más distendida y más relajada, esperemos que con sol y, sobre todo, con mucha salud y seguridad para todos.
¡Ánimo a todas esas parejas soñadoras, tanto las aplazadas como las nuevas! Cuando os llegue el día, aunque sea el de la "firma" en el juzgado / ayuntamiento, os vais a sentir muy liberados y felices. Que este bicho no nos quite más la ilusión, que ya ha arrastrado muchas cosas negativas. ¡Arriba esos ánimos!
P. D. Hubo mascarillas en todo momento y se guardó distancia de seguridad, aunque a nosotros dos nos dejaron quitárnoslas como excepción por ser los novios durante la ceremonia (estábamos en medio del salón de actos, bastante alejados del alcalde en un extremo y de nuestros familiares en el otro). En una de las fotos que os dejo a continuación se ve un poquito la mascarilla de novia que me hicieron que sujeto con una mano (preciosa, con doble tela a juego con el vestido, un brochecito, y le metí un filtro comprado en una farmacia, para más seguridad). Mi chico la llevaba guardada en el bolsillo para la foto.