Pues eso, chicxs: sin palabras. Así estoy desde el sábado que fue nuestra boda, ¡por fin! Os escribo desde Bangkok con una sonrisa de oreja a orena aún.
La boda fue increíble. Todo el mundo estaba felicísimo, cantando, riendo, bailando como nunca. Llegó la hora de fin de la barra libre y estábamos aún prácticamente todos, cosa que me sorprendió y me hizo muy feliz.
Fue una boda muy emotiva en la iglesia y muy divertida de ahí en adelante. Tuvimos charanga durante el cóctel, ilustradora en vivo, rifa, juego tipo escape room, retos con un rasca, candy, glitter... Nos daba miedo que fueran demasiadas cosas y que la gente se agobiada, pero para nada. Todo el mundo disfrutó desde el minuto cero un montón, y nosotros de verles a ellos también. Pensábamos que la gente iba a pasar del tema de los rascas y del escape room, pero para nada! Empezaron a hacerlo nada más entrar al salón y muy bien. Sirvió para que entre todas las mesas interactuaran y para romper el hielo. Fue maravilloso ver cómo lo hacían, después de tanto curro...
Os contaré más detalles según vaya teniendo tiempo, pero se resume en: increíble. Además, no tuve nada de nervios... El día anterior, en la preboda, y la semana de antes muchos... Pero el sábado me levanté tranquila, disfrutando de todo...
Cuando llegué a la iglesia, Álvaro estaba llorando un montón, que no me lo esperaba para nada. Se emocionó muchísimo al verme 🥹.
Lo dicho, os iré contando! Os dejo algunas fotos, que el fotógrafo es un crack y ya las tenemos todas:
Que, por cierto, estoy encantada con todas las fotos. Son robados la mayoría... Que es lo que buscábamos porque no somos nada fotogénicos jajaja.
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