Y la verdad es que no me arrepiento!
Pasamos una tarde muy amena, nos reímos mucho y además entendí el porque de hacernos las fotos antes.
Al principio comentaba con mi pareja que me sentía rara y observada, pero a medida que iba pasando la tarde, los dos nos soltamos, disfrutamos de la sesión y nos acostumbramos a tener una camara por allí pululando. Así que me imagino que para el día de la boda ya no se me hará tan raro y quizás esa sensación de sentirme observada haya desaparecido.
Y bueno, aquí os enseño parte del resultado!
No me arrepiento para nada de haberlo hecho! Y para la boda, más y mejor!!😍

