Nuestra aventura empezó el día 27 de octubre a las 7 de la mañana. El día anterior fue un auténtico caos, cerrando todo lo indispensable, haciendo maletas, recogiendo personas que venían desde lejos para celebrar el enlace...
A las 7 am estaba ya en la ducha, para poder peinarme con tranquilidad, desayunar... mi chico también se levantó y a las 9 empezó la vorágine. Vinieron mis suegros, maquillé a mi suegra, me sequé el pelo, mi madrina llegó a las 11, me hizo bucles en el pelo y me visitieron entre ella y mi suegra. Mi chico también se vistió tras de mi, ya que la boda era a las 12 y 15 en nuestro juzgado y debíamos estar allí a la hora. Teníamos las maletas preparadas y todas las cajas de decoración ya allí arriba, en la casa rural donde la magia se materializaría al día siguiente.
Pasado el juzgado, recogí dos amigos mas que bajaron desde Barcelona, comimos e iniciamos el trayecto hacia Mas Formigosa, donde pasaríamos todo el fin de semana entre bosque, animalitos, viento fresco y la luna llena. Al llegar sobre las 6 de la tarde desembarcamos maletas y empezamos a preparar conitos con flores secas. Estábamos tan cansados que solo nos dio tiempo a hacer eso y preparar cuatro cosas mas. Encendimos la lumbre que había dentro de casa y cenamos en muy buena compañía de familia y amigos que vinieron a ayudarnos a decorar todo el lugar de cara a la ceremonia.
El día amaneció con viento, pero nada que nos parase. En comitiva nos fuimos levantando, desayunando y decorando cada uno de los rincones de ese lugar tan especial como era la montaña de Querol. Con un sol y unas vistas que nos acompañarían hasta el final del día. Yo iba de arriba para abajo, no me gastaron el nombre porque no quiso el universo!! jajajaja pero llegó la hora y me tenía que duchar el cuerpo porque mi maquilladora estaba al caer así que, habiendo hecho faena, desapareció de entre invitados que fueron llegando y compañeros que acababan de retocar aquellas cosas que faltaban. Bendita ayuda...
Sara llegó justo cuando me enjabonaba el cuerpo, me puse mi pijama de novia y salí con mi bata y pantuflas peluchonas. Había llegado mi momento, yo me quedaría en mi habitación ya, hasta mi salida hacia el altar con mi suegro.
Durante el maquillaje mis madrinas me traían cosas para comer ya que no me dio tiempo a probar bocado de nada... Sara hizo mi peinado y mi maquillaje y yo no podía parar de verme preciosa. Llegó el turno de fotógrafo, que había acabado con mi marido y venía a por mi junto mi suegra. Madrinas y suegra me fueron vistiendo, mientras Jon pegaba fotos sin parar. Había llegado el momento, Paola, mi madrina me entregó el ramo, los invitados se habían colocado en sus sitios gracias a nuestros oficiantes (nuestros amigos) y Julià estaba con su madre para ir hacia el altar... Yo esperé dentro de la casa, junto a mi suegro en la escalera.
En ese momento los sentimientos y los nervios estaban a flor de piel y allí en medio de la nada, con todo el mundo esperándonos mi suegro y yo tuvimos un momento de lo más emotivo... le pregunté si estaba nervioso, porque yo sí... y se puso a llorar. Me dijo que estaba muy feliz de que su hijo estuviera con alguien como yo. Y nos pusimos los dos a llorar en la escalera... le dije que teníamos que llegar enteros al altar y nos pusimos a reír. Ahora sí que la música paró. Era nuestro turno.
Subimos aquella cuesta hacia el bosque donde daría forma nuestra historia, nuestro nuevo comienzo. Con mi canción de "Fairytale" de Shrek, subí junto a Joan y cuando nos vimos por primera vez vestidos mi marido y yo un torbellino de emociones sacudió mi pecho. Qué guapo estaba... qué maravilloso era todo. Todo el mundo estaba allí, nuestros oficiantes esperaban impacientes empezar y yo solo quería acercarme a él y besarle.
La ceremonia fue de lo más emotiva, se prepararon súper bien todo el guión. Dimos los votos, escuchamos las palabras de gente muy allegada que nos arrancaron lágrimas de felicidad y acabamos con los anillos y nuestro ritual de la vela. Cuando nos besamos finalmente y pasamos entre todas aquellas personas maravillosas que nos amaban como nosotros a ellos y que quisieron compartir ese momento especial, único e irrepetible para nosotros nos cayeron enormes cantidades de fiore y corazones de papel blanco.
Mientras los demás estaban con un pequeño piscolabis, hicimos nuestra sesión de fotos. Bajamos al ritmo de Gigi D'Agostino y empezamos con el aperitivo. Qué delicioso todo... Después estuvimos un buen rato con los invitados y presentamos nuestro rinconcito de adopciones que teníamos puesto como colaboración con la protectora de nuestra provincia. Y unos detallitos. Todo pasó muy rápido, no nos dimos cuenta y ya estábamos entrando en el banquete junto a Coldplay "Sky Full of Stars".
El banquete transcurrió con calma y mucho, mucho amor y diversión. Al ser poca gente, fue como una cena íntima. Los regalos fueron dados con una canción especial para cada persona. A mi madrina le di el ramo fresco que compré y su detalle, fue súper emotivo y luego junto a George Michael, Julià me quitó la liga (llevaba bambas porque no podía ya mas con mis pies) y se la regalé a mi otra madrina.
Cuando llegó el baile, tuve que quitarme la falda. Necesité una última prueba que no hicimos y el forro de fuera de la falda era demasiado largo al pesar tanto... así que no me maté varias veces durante la velada porque tuve suerte, así que subí a mi habitación y me puse mis tejanos! el baile fue fluido, la parte de arriba del vestido me la dejé y los zapatos de novia también. Los invitados encendieron unas bengalas a modo de estrellas en el cielo y el baile transcurrió muy muy bien.
Todo seguido nuestro dj pinchó una canción y fue el momento del baile, el candy bar y la barra libre. Yo llevaba un ritmo que era demasiado y empezaba a estar muy muy cansada así que me retiré dentro de la casa y nos dimos cuenta de que había... UN ECLIPSE LUNAR! A parte de nuestra boda brujil en el bosque en la luna llena y en pleno samhain, un eclipse nos acompañaba y también se podía ver a Júpiter brillando al lado. Pedimos un deseo y yo me puse cómoda para darlo todo junto los invitados que se quedaron...
Como nuestra gatita no podía estar ya que estaba en casa, nuestros amigos pensaron en todo y tuvieron un detallazo, que fue, poner un caballete de pintura con una foto de nuestra niña preciosa junto a un lienzo con ella dibujada. La idea era que la gente pudiera coger de una mesa que habían montado, pinturas y que cada persona pintara un poco de Nix. El cuadro quedó maravilloso y espectacular y lo guardaremos con mucho cariño mucho mucho tiempo...
Aquella noche dormimos todos como lirones, no sin antes, leer todas las firmas que habían dejado junto a una fotografía de la instax mini. Para tener dulces sueños. Más si cabía.
El día fue redondo, si que es verdad que no era para nada la típica boda perfecta de influencer, pero es que fue IDEAL. Cada detalle, cada cosa que hicimos, cada "error" que cometimos lo hizo irrepetible y agradable. No era como lo había imaginado, era mejor!
Así que aquí está la crónica resumida de nuestro fin de semana mágico y brujil en la montaña. A todos nos quedó un buen sabor de boca y será algo que nunca olvidaremos.